Porqué estamos aquí...

Aunque no queramos aceptarlo, el fin de la vida es un paso inevitable...

Antes o después, cercano o no, la partida de nuestros afectos nos sumerge en un punto de angustia muy difícil de superar.

Este espacio fue creado por un grupo de supervivientes a la pérdida, que desean compartir sus vivencias y, porque no, ofrecer su experiencia para que aquellos que no encuentran paz y tranquilidad al estar sumidos en la angustia, puedan ver una luz de esperanza a su sufrimiento.

Gracias Padre Hilmar Zanello por sus maravillosas enseñanzas, su incondicional apoyo espiritual y por enseñarnos que transitar por el camino del dolor, con profunda fe, nos da las fuerzas suficientes para sentir la presencia de Dios que nos acompaña, nos sostiene e ilumina nuestro camino con la esperanza puesta en la Resurrección. Nuestro eterno agradecimiento. Equipo Pastoral.

Música

viernes, 5 de marzo de 2010

ESTAR EN DUELO NO ES HACER EL DUELO

Estar en duelo es un proceso pasivo y negativo que no sana el sufrimiento. Hacer el duelo es un proceso activo y sanante del sufrimiento.
Hacer el duelo es trabajarse en el sufrimiento. Es un proceso que exige un gran dinamismo interno de sanación. No es lo que el sufrimiento hace conmigo sino lo que yo hago con mi sufrimiento..
La finalidad del duelo es dar expresión y cauce sano a los sentimientos, serenando el sufrimiento, dominando la pena de la separación,integrando la extrañeza física, aceptando la realidad de la muerte, reorientando la energía positiva, en un nuevo proyecto de vida.
El duelo se hace en el hablar, sacando las penas del corazón, superando las ideas insanas sobre el sufrimiento, purificando la fe, vivenciando la Resurrección, con un proyecto significativo de vida.
El duelo es un largo proceso, hay que poner mucha voluntad contra la voluntad del sufrimiento.
En el duelo, las penas con esperanza suben y se serenan; las penas con desesperación bajan, pesan y no pasan.
En el duelo: " SUFRIR SANAMENTE PARA DEJAR DE SUFRIR".
El duelo es un gran sacrificio personal de sanación en el no hay que hacerse la víctima.
Nadie elabora sanamente el sufrimiento sólo porque tenga razones para sufrir.
Nadie elabora el sufrimiento sólo porque tenga razones para dejar de sufrir.
Se elabora el duelo porque se tienen razones para vivir.
El sufrimiento quiere grupos de autoayuda para compartir el sufrimiento. El duelo quiere grupos de mutua ayuda para compartir el proceso de sanación.

   Hay que desahogar el sufrimiento.
   Hay que hablar del sufrimiento.
   Hay que elaborar sanamente el sufrimiento.
   Hay que sembrar esperanza en el sufrimiento.

                                                                        Pdre. Mateo Bautista
                                      

jueves, 4 de marzo de 2010

Jesús, tú has venido para darnos VIDA 
y VIDA en abundancia.
Has revelado el amor infinito del Padre.
Has combatido el dolor de los hombres
y has elaborado sanamente tu sufrimiento.

Jesús, tú nos invitas continuamente
a sanear nuestras heridas internas
y las experiencias dolorosas de la vida,
haciendo de todo sufrimiento crecimiento.

Jesús, tú has venido para servir
y no para ser servido.
Haznos buenos samaritanos de quien sufre
y servidores de los demás.

Gracias, Jesús, nuestra resurrección,
porque das un nuevo hogar
a nuestro ser querido fallecido
y alimentas nuestra esperanza
para reemprender una vida
más humana y cristiana.
                               
                             (M. Bautista)

¿Qué es el duelo?

El término duelo procede del vocablo latino dolium, que deriva del verbo doleo (dolerse). Es la reacción emocional espontánea por la pérdida de algo, el alejamiento de alguien o la muerte de un ser querido. Esta separación afecta a la persona en toda su dimensión física, emocional, intelectual, social y religiosa.
A veces, produce hasta una crisis existencial que anula el sentido de la vida.
La intensidad de los sentimientos se produce por lo definitivo de la pérdida, por la causa de la muerte, por la hondura de la relación existente, por la fuerza del "apego", por el vacío o desconcierto de la ausencia, por la actitud asumida y por la utilización de los recursos humanos y religiosos de lo que dispone cada persona.
En el duelo, la herida acorrala el poder terapéutico de la persona.
Hacer el duelo es un proceso en el que se potencia el poder sanador de cada uno para dejar resucitado al ser querido muerto junto a Dios y "resucitar" el sufriente mismo a esta vida en plenitud, volviendo a la serenidad, concediendo al fallecido el mejor regalo: volver a ser feliz. 

 "Ninguno muere mientras permanece vivo en el corazón de alguien"

martes, 2 de marzo de 2010

¿QUIENES SOMOS?

Un Grupo de Mutua Ayuda está coordinado por personas que han atravesado uno o más duelos y han podido elaborarlo positivamente, siendo profundos conocedores de la dinámica de relación de ayuda y del mundo interior del sufriente. Además, están debidamente capacitados para explorar los "recovecos del sufrimiento".
El grupo es la ocasión para ayudar y ser ayudados, expresar libremente el propio sufrimiento, compartir la esperanza y sanear las heridas reactivando el poder terapéutico de cada uno.
Pastoralmente, el coordinador ha de reforzar la fe, el amor, la esperanza y la solidaridad.
Cualidades del grupo:
  • apertura
  • respeto
  • discreción
  • libertad de participación
  • ayuda mutua
  • aceptación incondicional de opiniones y emociones
  • confrontación empática                                             
Un grupo de mutua ayuda no es una reunión social de amigos. No convoca el sufrimiento sino la necesidad de elaborar positivamente el duelo. No es para transferir el sufrimiento sino el método de sanación.
El grupo de mutua ayuda es uno de los recursos de esa amplia red de apoyos sociales a los que hay que concurrir para elaborar sanamente el duelo, pero nunca el único.*

*Mateo Bautista. Resurrección. Grupo de mutua ayuda en duelo.Ed. San Pablo, Buenos Aires.                                                  
             

Grupo de Mutua Ayuda para Personas en Duelo.

"El secreto de la muerte buscalo en la vida".
Luz y vida es un grupo de mutua ayuda para personas en duelo, de identidad católica, con profundo humanismo, abierto a todas las personas, aún de otros cultos o no creyentes.
Expresa con su denominación sus objetivos: volver a vivir la vida, después de la muerte de un ser querido, más plena, humana, solidaria y cristianamente; alimentar la esperanza cierta de que el Dios de los vivos ha dado un nuevo y feliz hogar a nuestro ser querido con quien un día nos veremos en un encuentro feliz y para siempre.Luz y Vida es un grupo al que se entra para obtener frutos de maduración humana.